jueves, 28 de julio de 2016

Síndrome de cinturón de seguridad en menores y lesiones abdominales por no llevar SRI

SÍNDROME DEL CINTURÓN DE SEGURIDAD

El cinturón de seguridad está desarrollado y fabricado para personas que miden 150 cm, el Reglamento General de Circulación obliga a los menores de edad que midan menos de 135 cm a usar SRI aun así, la DGT aconseja el uso de SRI hasta que los menores alcancen la altura de 150 cm.

Hace unas semanas la Federación Estatal de Técnicos de Educación Vial FETEVI lanzaba una campaña para concienciar del uso de los Sistemas de Retención Infantil hasta una altura de 150 cm, particularmente os pedí que firmaseis una propuesta que se quiere hacer para modificar el artículo 117 de Reglamento General de Circulación para que los SRI sean obligatorios hasta una altura de 150 cm, en la actualidad es 135 cm. Sois muy pocos los que la habéis firmado y como una imagen vale más que mil palabras os subo una fotografía de una niña de 11 años que viajaba solamente con el cinturón de seguridad. 

A una estatura menor, la banda inferior del cinturón –que debe ir siempre colocada justo por debajo de las crestas ilíacas, es decir, sobre la pelvis o parte superior de las piernas– tiende a deslizarse hacia el abdomen; y la banda diagonal superior –que debe ir sobre tórax y centro del hombro– al quedar demasiado alta, no protege columna vertebral y pone en riesgo cuello, laringe y cara en caso de desaceleración brusca. El riesgo de padecer lesiones internas graves es 232 veces más elevado usando el cinturón de seguridad, que si el niño viaja en un SRI del Grupo 2/3. 


Presenta gran equimosis transversa y erosiones abdominales en la zona del cinturón de seguridad (fig. 1). Requiere cirugía urgente por traumatismo abdominal grave con hemoperitoneo debido a lesión de víscera hueca (desgarro de la base del mesenterio del íleon y necrosis de colon ascendente) y lesión vascular (lesión arteria mesentérica inferior). Se demuestra paraplejía y ausencia de reflejos osteotendinosos (ROT) en extremidades inferiores (EEII), manteniendo Glasgow correcto y con tomografía computarizada (TC) craneal al ingreso normal. Se practica resonancia magnética (RM) que muestra fractura vertebral de L3, lesión medular a nivel de cono y epicono y contusión a nivel D6-D8. La paciente se encuentra actualmente en su domicilio afectada de paraplejía.

Fuente: Estudio de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Unidad Integrada Sant Joan de Déu-Clínic. Universidad de Barcelona

Os pido que firméis porque se pueden salvar algunas vidas y evitar lesiones permanentes en los menores.
AUTOR: RICARDO ALEMÁN


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